domingo, 5 de octubre de 2008

Como cobro mi trabajo de ilustración

Para fines de este texto me remitiré a exponer los métodos que he escuchado de otros colegas ilustradores y diseñadores, pues es de ahí que he aprendido a hacerme una idea de cómo cobrar, pues en estos 5 años que llevo a cuestas de trabajo como ilustrador a destajo o ilustrador contratista independiente, son pocas las ocasiones en las que he cobrado lo que creo justo por mi trabajo.
Primero
El tiempo de realizacion

Empecemos, alguna ve en una charla con Raúl Cruz (Racrufi), después de mostrarle mi portafolios y a mi pregunta ¿Cómo cobras tu chamba? El me dijo que la cotizaba en función del tiempo que invertía en cada pieza. Quien conozca el trabajo de Racrufi sabrá que sus piezas están llenas de detalles y no son imágenes que se realicen en un fin de semana, y no cualquiera solicita ilustraciones tan del estilo de Racrufi.
Aquí entra juego un primer factor para saber como cobrar, el tiempo que uno calcule según sus habilidades se tardara en realizar una o varias imágenes.

Y este factor, el tiempo será afectado por el segundo y tercer factor La calidad del detalle y la técnica.
Segundo
La calidad del detalle
Acá recuerdo el ejemplo que me dio el hijo de un maestroilustrador, que también es ilustrador, cuando le pregunte ¿Hasta donde le pone uno detalle a un encargo sin que dar mal? El me contesto “imagínate que te encargan una replica o alegoría de la ultima cena, pero la quieren para ayer (Maldita expresión de los que no saben a que hora uno tiene que dormir, comer, ir al baño, bañarse y ver a su detalle), va a estar bien pagada pero no lo suficiente como para emular a Da Vinci, entonces lo que haría yo, decía el colega , es entregarle un composición algo parecida al cuadro pero hecho con acuarela y muy muy en chinga, con manchas y trazos muy apresurados y sin mucho s detalles, previo ha aceptar el encargo le dices al cliente con que la vas a hacer y como la vas a hacer y también que no puede realizar una copia exacta de cuadro y sin mucha calidad, dicho esto y si el cliente acepta, ya sabe a que atenerse, o si la paga esta muy mal, ya también sabrá uno si lo toma o no, o si la paga valdrá o no el trabajo, será cosa de sopesar uno mismo la paga contra la calidad del detalle.
Acabo de leer en un articulo acerca de cómo ser freelancer lo siguiente “Uno debe trabajar igual para u cliente que te paga 10,000 varos a uno que paga 100”, lo que no dice es que quizás los encargos no se parecen en nada, no puedes trabajar igual para uno que paga mas o menos, el cobro y la calidad van de la mano y dependen también de otros factores como…

Tercero
La técnica
Hay herramientas más complicadas que otras para realizar un encargo, pero a final del día acabaremos usando nuestras manos y ojos (y todo lo que hay detrás de ellos).
Me ha dicho algunos cliente que el valor intrínseco (sic) de una ilustración digital es menor a una ilustración análoga(o tradicional) JA.
Estoy de acuerdo que el proceso de cualquier técnica análoga puede ser más tardado, mucho más cuidadoso y lento, pero el usar alguna herramienta digital también implica complicaciones ejecutivas, definitivamente uno no puede abaratar el trabajo nada más por que usa o no herramientas digitales o análogas , se por experiencia que hay detalles o imágenes completas que pueden ser resueltas mucho más rápido de manera análoga que tradicional y que uno puede invertir días completos en una obra 100% digital, aquí la cosa es hacerle ver al cliente que, como ya lo mencione en el aparatado del tiempo, lo que se cobra es el tiempo invertido en el encargo, solo hay que mostrar las posibilidades que uno mismo puede alcanzar con cada técnica o la combinación de las mismas y que el cliente decida lo que quiere ver.

Cuarto
El uso que se le dará a nuestro trabajo
Acá en México esto casi no aplica salvo excepciones, por supuesto, hay que aclarar cuando sea pertinente, y eso tendrá que juzgarlo cada quien, nuestras ilustraciones cumplen una función como eso, como ilustración, pero en algunos casaos también pueden ser usadas como pinturas o fuera del contexto para el que fueron creadas, y siendo imágenes digitales, aun más, hay que especificar que uso o usos van a tener, por cuanto tiempo, en que medios, pues esto también impacta en el costo final de nuestro trabajo.
Alguna vez Edgar Clement, me dijo que como aquí en México es un desmadre no legislado el reclamo de derechos de autor para los ilustradores, el prefería cobrar una lana más y alegar que cobraría más, pero que cedía cualquier derecho sobre su chamba.

Quinto
La negociación ante todo

Todas los factores anteriores pueden ser superados o sucumbir ante este factor, algo que yo hago cada que hay oportunidad, que es cuando me pregunta el prospecto de cliente -¿Cuánto cobrarías por una imagen con estas características X?- Es responderle, mal quizás, -¿Cuanto esta dispuesto a invertir?- Puede ser muy conveniente la cantidad que suelte el cliente o todo lo contrario, aquí empieza la negociación.
Para esto de la negociación, si esta se da, hay que desarrollar un colmillo muy fino para saber como llevar a buen termino una negociación y corar lo justo y un poco más y no acabar trabajando por chicles y cacahuates
Si el cliente suelta una cantidad que es muy pequeña yo digo: “Debe estar de broma, quiero mínimo el doble”, aquí pongo atención en la reacción del cliente si no se atemoriza o sorprende quizás saquemos esa lana que proponemos, si se resiste a pagar esa cantidad pero esta dispuesto a negociar o regatear es probable que logremos unja cantidad mayor a la que el cliente planeaba invertir, pero más cercana a lo que debemos ganar.

Y si no resulta nada bien siempre hay que saber en que momento hay que retirarse dignamente y no hacer perder e tiempo al cliente ni a uno mismo

Sexto
La actitud
No, no están haciendo un favor, que nos quede claro, por mucho que estén flacas las vacas y la cuenta del banco, nuestro trabajo vale más de lo que se le valorado en toda la historia de mi país.
Somos prestadores de servicios, colaboradores, no ayudaos a la empresa, ni a los editores con lo que trabajamos, o a quien sea que no contrate, estamos prestando un servicio y cobramos por ello, somos colaboradores, no proveedores ¿Acaso tenemos cara de camión repartidor de imágenes?... ¡Chale! pues en una de esas si, hay quienes nos ponemos el traje (o el vestido, como les acomode) de lo que somos y hacemos, en una negociación vamos, a negociar, valga la redundancia, el valor de nuestro trabajo contra la lana que el cliente podría estar dispuesto invertir, no vamos a suplicar por que nos suelten el encargo y lo que más les convenga de lana por ello, no vamos a ponernos de tapetes, diciendo si a todo de manera irreflexiva, eso si, quizás vamos a ceder o conceder ciertas cosas a cambio de otras, hay que estar firmes en ciertos momentos y flexibles en otros.

Si le suman más detalles o me las interpelan (sin albur) se los agradeceré.
En el camino andamos.
Orebuas.

4 comentarios:

Chío Padilla dijo...

Es un dilema entregar calidad a bajo precio, que es lo que quieren la mayoría de las editoriales. Un pago digno suena a fábula de primer mundo, lejos de México, quiza establecer tabuladores nosotros como ilustradores nos ayudaría bastante para saber cobrar y valorar nuestro trabajo.
Retomando el trato que nos dan como proveedores, hasta los que venden papel tienen sus precios establecidos, y lo ejercen asi. Quizá la clave esta en unir esfuerzos y no aceptar pagos bajos, pero en serio nadie que se diga profesional de la ilustración aceptarlos, dejar de ser "cangrejitos" y ser mas leales con nosotros mismos y como gremio.
Nada fácil cuando necesitamos cobrar aunque sea algo para seguir sobreviviendo, eso es lo difícil de éste dilema... pero si no hacemos algo nosotros entonces ¿quién? y si no lo empezamos hacer entonces ¿cuándo?

Richard Zela dijo...

creo que uno de los puntos importantes en el problemas del como cobrar, de establecer tarifas, etc, es que hay que crear una ética profesional no solo en nosotros como ilustradores tambien en las nuevas generaciones de ilustradores, que en ocasiones sin saber nada del medio tratan de hacer sus primeros trabajos casi a cualquier precio, no los culpo pues al principio es dificil saber como funcionan las cosas en el medio, creo que es importante que corra este tipo de información en los ilustradores jóvenes e ir creado esa conciencia de la ética profesional

Margarita Nava dijo...

Me pareció muy interesante los criterios para cobrar.

Y es que además de saber manejar la técnica deberíamos también saber manejera eso de la "negociación" donde la verdad sea dicha, y con la renta a cuestas por pagar...una anda aceptando lo que caiga...

Me parece interesante lo de manejar un techo mímino... y de ahí la ética y los tiempos... porque hay quien pide las perlas de la virgen por tres pesos y también lo de los gustos: impecable la técnica, el dibujo... pero salen "cómo que no me gusta"... pucha!!!

¿Y luego también los cambios de caprichito? ay!!! es que se me ocurrió que si le agregamos...!!!

Quique dijo...

Muchas gracias. Yo tengo 18 y estudio diseno grafico, que bueno que encontre este articulo pronto : ) Lo voy a publicar en mi journal de Deviant art.

Felicidas por promover esta clase de informacion, es muy util.